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La ropa de bebé requiere un cuidado especial para mantener su suavidad y garantizar que no irrite la delicada piel de tu pequeño. A continuación, te compartimos algunos consejos esenciales para lavar y cuidar la ropa de bebé de manera segura, asegurando que las prendas de Baby Panda se mantengan en perfectas condiciones por más tiempo.

 

1. Usá detergentes suaves y sin fragancia

 

Para proteger la piel sensible de tu bebé, es fundamental que uses detergentes suaves y sin fragancia. Los detergentes comunes pueden contener químicos que causen irritaciones o alergias. Optá por productos hipoalergénicos especialmente formulados para ropa de bebé.

 

2. Lavá la ropa antes del primer uso

 

Es recomendable lavar toda la ropa nueva de tu bebé antes de usarla por primera vez. Esto ayuda a eliminar cualquier residuo de fabricación que pueda quedar en las prendas. Lavá la ropa con agua tibia y un detergente suave para asegurarte de que esté lista para el contacto con la piel de tu bebé.

 

3. Separá la ropa por colores y tipos de tejido

 

Al igual que con la ropa de adultos, es importante separar la ropa de bebé por colores y tipos de tejido antes de lavarla. Esto evitará que los colores se mezclen y que las prendas delicadas sufran daños. Además, asegurate de cerrar broches y cremalleras para evitar que se enganchen durante el lavado.

 

4. Evitá el uso de suavizantes y blanqueadores

 

Los suavizantes y blanqueadores pueden dejar residuos en la ropa que irriten la piel de tu bebé. Además, estos productos pueden reducir la capacidad de absorción de las telas, lo que no es ideal para prendas como toallas o pañales de tela. Es mejor evitarlos y optar por un enjuague adicional para asegurarte de que no queden restos de detergente en la ropa.

 

5. Secá al aire libre o en secadora a baja temperatura

Para mantener la calidad de las prendas de Baby Panda, es recomendable secar la ropa de bebé al aire libre o, si usás secadora, hacerlo a baja temperatura. Esto ayuda a evitar que las telas se encojan o se dañen. Colgá la ropa en un lugar limpio y seco, preferiblemente a la sombra, para evitar la exposición directa al sol que podría desvanecer los colores.